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jueves, 4 de septiembre de 2014

¿Aún existirán los aviones y/o México? Aeropuerto de Peña Nieto: funcional al 100% hasta el año 2062

Anon Hispano - 7:08 p.m.
Considerada una de las obras de infraestructura más importantes del país, el nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México tendrá capacidad para recibir a 120 millones de pasajeros al año, pero hasta el 2062, cuando sea concluida la obra.



Sin embargo, una primera fase podría ponerse en operación alrededor del año 2023, cuando quede construida la estructura principal y un conjunto de dos pistas.

Fernando Romero y Norman Foster, los arquitectos ganadores de este proyecto, señalaron que existirán cuatro fases de desarrollo.



Entre el 2018 y el 2023 quedará construida la única terminal que conformará el aeropuerto y un conjunto de dos pistas.



Entre el 2023 y el 2028 se quedarán terminadas otras dos pistas y más edificios que conformarán el complejo.



Entre el 2028 y el 2043 se construirán dos pistas más y otras edificaciones.



Y entre el 2043 y el 2062 será construida la totalidad del proyecto, incluyendo áreas verdes, zonas habitacionales, de recreación y de creación científica.



Será en el 2062 cuando el nuevo AICM opere al 100% de sus capacidades.

Empero, la construcción en la zona federal del Lago de Texcoco comenzará de inmediato.

Entre el 2014 y el 2018 se realizarán labores de nivelación de tierra, apertura de caminos interiores y otras obras necesarias para iniciar formalmente la construcción.

Una vez que se termine toda la construcción, en el año 2062, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) estará en capacidad de recibir a 120 millones de pasajeros al año.

El proyecto ganador fue elegido de entre ocho proyectos presentados ante la Secretaría de Comunicaciones y Transportes a principios del 2014.

El concurso fue realizado por invitación del gobierno federal a firmas internacionales de arquitectos.

En él participaron los despachos arquitectónicos Gómez Pimienta Magar; Gensler de México; González de León; Rentres Architects; Legorreta; Hernández Rogers; López Guerra; Jan LLC; Norten; Skidmor & Owings Merril; Serrano Cacho; Zaha Hadid Architects; Javier Sordo Madaleno; Bringas; Pascal Watson; y Fernando Romero Enterprise en colaboración con Foster+Partners, quienes resultaron ganadores.

De acuerdo con sus creadores, el nuevo AICM tendrá un diseño futurista que servirá como modelo para otros aeropuertos del mundo, ya que será autosustentable, económico y eficiente.

El aeropuerto estará constituido, en su fase final, por seis pistas, 210 plataformas y capacidad para realizar un millón de operaciones al año.

El diseño incluye solo una terminal, con lo que se busca minimizar costos y duración de la construcción, pues puede concluirse en cuatro años.

“Con una sola terminal es un proyecto mucho más económico de construir, con menos riesgos, sin necesidad de construir túneles costosos para conectar diferentes terminales”, expuso Norman Foster, uno de los arquitectos ganadores.

El proyecto contempla que el nuevo aeropuerto sea plenamente autosustentable. Habrá un campo de celdas solares que proveerán de electricidad al complejo y estará rodeado de zonas jardinadas.

Además, el 100% del agua que se utilice en el recinto será tratada en 24 plantas que se ubicarán al interior del complejo.

Al estar asentado en la zona donde alguna vez estuviera el Lago de Texcoco, la construcción requiere de un procedimiento de pilotaje exhaustivo. Además, por ser una zona altamente sísmica, la estructura será flexible para minimizar el riesgo de derrumbes.

La estructura que conformará el techo de la terminal aérea será fabricada en México. Se trata de pequeñas piezas que se irán ensamblando hasta crear el domo y los pasillos de la terminal.

El punto más alto de la estructura medirá 170 metros de alto. Eso significa la altura de un edificio de 60 pisos, si cada piso midiera 2.80 metros de altura.

Foster señaló que el centro de la construcción será “impresionante”, pues no habrá columnas que sostengan el techo y será, además de un espacio vasto, un lugar lleno de luz por los cristales del techo.

El aeropuerto será construido dentro de un terreno de 12 mil 500 hectáreas de tierras federales, de las que la obra ocupará solo 4 mil 600.

Protestas en puerta

Atenco, 2006. Foto: La Jornada


 Sin embargo no todo es felicidad en el reino de ‘Copetitlán’, el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) de San Salvador Atenco anunció acciones para defender sus tierras y evitar la construcción de un nuevo aeropuerto en Texcoco.

Protestas y bloqueos carreteros, así como un plan legal será parte de la resistencia anunciada por habitantes de la zona.

Ignacio del Valle Medina, líder del FPDT, dijo que desde ahora se encuentran en alerta para llevar a cabo un movimiento de resistencia, como el que efectuaron durante el sexenio del presidente Vicente Fox para evitar la edificación de la terminal aérea.

 “Reactivaron ya el proyecto del aeropuerto y nosotros reactivamos nuestra lucha. Tendremos precaución pero haremos lo que sea necesario y el camino es luchar por nuestra vida, nuestras tierras, aún a costa de lo que pueda avecinar”.

Señalaron que la primera movilización será el próximo 8 de septiembre, en la que marcharán de San Salvador Atenco hacia el centro de Texcoco, donde se encuentra el Tribunal Unitario Agrario, en el que se ventila un litigio por el cambio de uso de suelo de más de mil hectáreas de uso común a dominio pleno, aprobada en un asamblea ejidal irregular, según denunció el FPDT.

El Economista publicó que en el último año los 13 comisariados ejidales que estarían afectados por la construcción del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, y que están en los municipios de Texcoco y Atenco, promovieron el cambio de tierras ejidales a dominio pleno, de tal forma que cada posesionario ejidal pudiera hacer una negociación para la venta de sus tierras.

Las compras que ha hecho el gobierno federal y el gobierno estatal fijaron el precio de cada hectárea en 1.5 millones de pesos, revelaron agricultores del ejido Ixtapa, quienes vendieron tierras improductivas en una zona conocida como El Salado.

Este miércoles ejidatarios integrantes de FPDT realizaron un recorrido por los campos de cultivo y la toma simbólica de maquinaria propiedad de una empresa contratista de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) que realiza trabajos de dragado de un canal en los ejidos de San Salvador Atenco.

Mostraron parte de la franja que pretende ser utilizada para la edificación de la terminal aérea y denunciaron que las tierras fueron adquiridas ilegalmente y coptando a los comisionados ejidales por la Conagua en los ejidos de Ixtapa, Nexquipayac e Itocuila.

Abundaron que dicha franja de hectárea ahora el gobierno federal dice que es zona federal cuando hasta hace unos meses eran propiedad de los ejidatarios y que con engaños y presión las adquirió a los campesinos.



Agencias / Impunemex / Silla Rota
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