Así lo deja entrever un video publicado por el portal de contenidos virales Buzzfeed, el cual revela lo fácil que es falsear una foto, simulando una pérdida o ganancia de peso, simplemente cambiando la postura del cuerpo y jugando con la iluminación.
Según se observa en la secuencia, debes adoptar poses que marquen tus músculos y pararte de modo que te veas más anguloso y rígido. A continuación observa cómo lo hacen estas personas.
Un experimento similar, realizó el año pasado el preparador físico estadounidense Andrew Dixon, quien demostró que con algunos sencillos trucos se puede pasar de ser tener una panza a exhibir un tonificado torso… y todo en sólo una hora.
El hombre de 84 kilos y alrededor de 16% de grasa corporal, dijo que se sentía particularmente hinchado el día en que se tomó las fotos. En la primera imagen sacó todo su vientre hacia afuera y luego se preparó para la de la supuesta ‘transformación’. “Me afeité la cabeza, la cara y el pecho y me preparé para la foto del ‘después’, que sacamos tras alrededor de una hora de tomar la foto del ‘antes’. Hice unas cuantas flexiones, modifiqué la iluminación de mi dormitorio, entré la guata, apreté mis abdominales y ¡BOOM! Tenemos nuestra foto del ‘después’”, explicó el entrenador.
Esto también fue demostrado por una joven entrenadora australiana, quien utilizó su cuenta de Instagram para ofrecer una asombrosa comparativa de ella misma, antes y después, aplicando algunos trucos que le tomaron sólo 15 minutos.
“¿Quieren conocer mi secreto? Bueno, lo primero es deshacerse del estuche del teléfono porque esas cosas son muy ñoñas. Luego me cambié el calzón a uno negro simplemente porque es de una talla mayor y porque el color negro adelgaza. Entonces seguí con algo de crema para un bronceado falso, extensiones para el cabello, me paré derecha para verme más alta, eché el abdomen hacia adentro, incliné la cadera, saqué mi brazo para que se viera más delgado y adopté una pose amplia, echando los hombros hacia atrás y luciendo una sonrisa de satisfacción”, reveló.
“Para finalizar, usé el zoom del teléfono para acercar la foto del “antes” y para alejar la foto del “después”, añadiendo un filtro porque a todo lo que se le aplica un filtro luce espectacular. ¿Cuál es mi idea? No te desilusiones por lo que ves en las revistas y en Instagram. Nunca te mostrarán las docenas de fotos que tomaron y que no eran nada halagadoras. Photoshop puede hacer que un cerdo luzca tan seductor como Beyonce”, fue su conclusión.
Tras todas estas pruebas, salta a la vista que fingir una transformación es más fácil de lo que parece y que como dice el dicho “No todo lo que brilla es oro”.
Con información de Bio-Bio
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