Según Matthew Barzun, empresas como Amazon, Google y Starbucks, así como Facebook, no hacían nada malo al utilizar métodos legales para limitar los pagos de impuestos empresariales en Reino Unido.
“No. Estas compañías son inteligentes al usar las reglas internacionales que existen y que fueron escritas por todos nosotros, los funcionarios del Reino Unido y EU. Nosotros hicimos estas reglas y ellos están jugando bajo las mismas.” Contestó Barzun cuando le preguntaron si esas compañías eran “evasores fiscales”.
Los impuestos pagados por empresas estadounidenses en el Reino Unido y en cualquier otro lugar han sido objeto de un gran escrutinio en los últimos años. Google UK el año pasado pagó 20 millones de libras en impuestos corporativos sobre ingresos de 642 millones de libras, mientras que Facebook pagó 3,169 libras.
Estas revelaciones provocaron la presión de la OCDE para evitar que las empresas de internet muevan sus utilidades de una compañía a otra para limitar su pago de impuestos.
El canciller, George Osborne, también anunció una ofensiva contra “las transferencias de utilidad”, anunciando un impuesto del 25% sobre utilidades desviadas al que sus aliados describieron como el “impuesto Google”.
“Mi esperanza es que si estas reglas cambian, ellos seguirán jugando bajo esas reglas también”.
En junio, el presidente Barack Obama dijo que las compañías que evaden impuestos en EU al tomar como residencia paraísos fiscales estaban “esencialmente renunciando a su ciudadanía estadounidense”.
Barzun también defendió a Facebook contra las afirmaciones de los políticos británicos de que la compañía retuvo información sobre presuntos terroristas potenciales como parte de un informe oficial en el asesinato inspirado en la yihad del carabinero John Rigby hace 18 meses. Miembros del comité de inteligencia y seguridad advirtieron que los nuevos métodos de codificación utilizados por las empresas de tecnología han obstaculizado los intentos del gobierno para monitorear las comunicaciones.
Dijo: “No creo que sea justo colgarle todo al sector privado”. Sin embargo, agregó: “Tampoco es justo decir que no tienen responsabilidad en el intento de llegar a soluciones”.
Los impuestos se han convertido en un tema espinoso en la relación Estados Unidos y el Reino Unido, a la que Barzun describió como “vibrante, versátil y vital”. Mientras Boris Johnson ha buscado a la embajada estadounidense por varios años por tarifas no pagadas para la London congestion charge (el peaje para las horas pico de Londres), el propio alcalde de Londres admitió recientemente que él mismo estaba siendo perseguido por las autoridades fiscales estadounidenses por no pagar impuestos sobre ganancias de capital.
Barzun defendió la política de su embajada de no pagar el cargo, los pagos se han acumulado a más de 8 millones de libras. Llamó al cargo un impuesto, insistiendo que los países no deberán cobrar impuestos a las embajadas extranjeras.
Pero no fue tan tolerante con la situación que enfrenta Johnson, quien el mes pasado admitió que estaba siendo perseguido por el Servicio de Impuestos Internos (IRS por sus siglas en inglés) con base en que es un ciudadano estadounidense.
Aunque Barzun dijo que no quería comentar sobre las circunstancias personales de Johnson, agregó:
“Tenemos nuestras propias reglas, y esperamos que la gente las siga. Si tienes el beneficio de ser un ciudadano estadounidense, debes pagar los impuestos que te corresponden, en general, ese es el punto.
Con información de Milenio
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