“Si usted no tiene la capacidad para darnos la respuesta ya, también debe estar pensando lo mismo que el gobernador de Guerrero, porque también tiene responsabilidad. ¿A los cuántos días el gobierno federal toma el caso? O sea que hoy estamos aquí con la intención de ponerle un plazo no mayor de dos, tres días de tener resultados concretos”, le dijo a Peña Nieto, micrófono en mano, Felipe de la Cruz Sandoval, padre de un estudiante que, como él relata, sobrevivió al ataque a balazos.
La intervención de De la Cruz quedó grabada en un video en el que se observa al usurpador Peña Nieto, sin corbata, sentado entre el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y el procurador Jesús Murillo Karam. Ante las palabras del guerrense, se obseva que Peña Nieto asiente. Frente al mandatario y al resto de su gabinete, los familiares de los 43 desaparecidos portaban las fotografías de las víctimas, las mismas con las que acudieron a la conferencia de prensa.
“La agonía es larga. Si usted ve el enojo de cada uno de los padres, la desesperación, no creo que a partir de este día, usted también pueda dormir tranquilo. Son 43 desaparecidos de manera forzada por elementos de la policía preventiva de Iguala, un presidente municipal que usted sabía quién era”, agrega De la Cruz.
El video, captado con un teléfono celular, fue colocado en la página de la red social Facebook por un usuario identificado como Yosh de la Cruz, al parecer hijo de Felipe de la Cruz y quien en su “muro” tiene diferentes imágenes de este encuentro realizado la noche del miércoles 29 de octubre en la residencia oficial de Los Pinos.
En su intervención, De la Cruz Sandoval precisa que su hijo se salvó de morir asesinado debido a que le habló por teléfono mientras los policías municipales estaban “acribillando” a los estudiantes.
“Que si mi hijo no me hubiera hablando en el momento de los hechos, también estaría en estas fotos (las que portaban los papás frente a Peña Nieto), y gracias a Dios tuvo la oportunidad de comunicarse conmigo en el momento en el que estaban acribillando a los jóvenes. Él iba a junto con el compañero Aldo, que está ahorita en coma. Juntos, cuando cayó su compañero, él empezó a gritar que eran estudiantes. Entonces, para nosotros definitivamente ya llegamos al límite de la tolerancia y la paciencia; estamos en la última instancia como mexicanos, exigiéndole a usted como presidente respuesta inmediata a la presentación de los 43 jóvenes desaparecidos”, agrega.
El relato expuesto por De la Cruz ante el presidente, y que precisa le fue contado a él por su hijo, coincide con otras narraciones que acusan a elementos del ejército de negar atención médica a los heridos e incluso de sacarlos de la clínica a la que los llevaron.
“Así como el ejército fue a sacarlos de la clínica donde llevó a su compañero para que lo curaran, a mi hijo lo sacaron, que fueran hombrecitos y que, si eso es lo querían, que se enfrentaran”, dice.
“En donde queda el papel del ejército, cuando ve a jóvenes con mucha ilusión de ser profesionistas. Y usted no sabe qué es una Normal Rural, formadora de maestros rurales, que se van a las comunidades más alejadas para trabajar con el pueblo, y han matado ya a cinco maestros, que pudieran haber ayudado al desarrollo de este país, y les cortaron de tajo la ilusión de ser profesionistas”, agrega.
Desde la noche del encuentro, que duró más de seis horas, los padres de familia expresaron a los medios de comunicación –en conferencia de prensa posterior a la reunión- su frustración por la falta de resultados en la búsqueda de los cuerpos.
Peña, por su parte, emitió por televisión un mensaje en el que aseguraba que gobierno y familias habían adoptado una serie de “acuerdos” que, al final, se limitaban a mantener a las víctimas informadas, seguir buscando los cuerpos y garantizar el debido proceso a quienes coadyuven en la investigación, dignificar a las escuelas normales rurales y planes de acción “victimal”, entre otros.
Los 43 estudiantes se encuentran desaparecidos desde el pasado 26 de septiembre, cuando camiones en los que viajaban fueron interceptados por elementos de la policía municipal de Iguala y, al parecer, también de Cocula.
Según la Procuraduría General de la República, el secuestro masivo fue ordenado por el alcalde de Iguala, José Luis Abarca, que fue detenido la madrugada del pasado martes 4 de noviembre. Hasta el momento, sin embargo, la PGR no ha reportado avances en la investigación sobre el paradero de los estudiantes víctimas.
Fuente: Facebook Yosh DE LA Cruz / Sin Embargo
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