La cámara sorprendió a la joven cuando tranquilamente tomaba sol en la azotea de un edificio con los pechos descubiertos. La muchacha se encontraba echada en el suelo, casi desnuda, sin imaginar que un indiscreto drone pasaría. Tras darse cuenta de la maquina, la mujer indignada salió corriendo tapándose con una toalla y tomó una escoba para atacar al drone.
Esto ha reavivado el debate sobre el derecho a la privacidad en la era de los drones.
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