Era la noche de fin de año en 2011, la vida de Dana Vulin cambiaría para siempre gracias a los celos de una mujer. Ese día conoció a un hombre en una fiesta en Perth, Australia. Ahí no hay nada extraño. Lo particular ocurrió dos meses después cuando, la exesposa del hombre en cuestión fue hasta la casa de Dana y la atacó, roció con alcohol su cuerpo y le prendió fuego. El ataque fue considerado como premeditado por los jueces, la idea de la atacante, según los relatos, era arruinar su "cara bonita". Natalia Dimistrovska fue condenada en octubre de 2013 a 17 años de cárcel por este hecho.
La vida de Vulin transcurrió en un largo y doloroso proceso de recuperación. 65% de su cuerpo resultó con quemaduras graves, hasta la fecha cuenta con más de 30 procedimientos quirúrgicos para salvar su piel, su cuerpo.
"Si pudiera volver el tiempo atrás y no ser quemada o tener la oportunidad de no tener mis heridas, por supuesto que lo tomaría, pero si alguien me preguntara cómo me siento respecto a mi cuerpo, le diría que estoy orgulloso de él", manifestó al Seven Network de Australia.
Dana vivió dos años con una máscara para ocultar su rostro y un traje que ejercía presión para ayudarle en el proceso de recuperación, así con su máscara contó su historia a varios medios australianos, quienes han seguido su caso. Por esa máscara era conocida como la mujer "sin rostro".
"En mis sueños ni por un segundo pensé que podría volver a ver en el espejo a la vieja Dana de nuevo", admitió Vulin al mismo canal días atrás.
Parte de la rehabilitación de Dana incluye un tratamiento con láser que quema las capas de tejido y luego gotea su propio plasma sobre la piel rota.
Pero la batalla de Vulin no ha sido solo con sus quemaduras, hace poco le diagnosticaron cáncer de cuello uterino, luego de una operación está recuperada de ese tema.
"Hay tanto con lo que he tenido que lidiar, pero uno sólo tiene que hacer lo que tiene que hacer", dijo.
Hace un par de días Dana se quitó la máscara que protegía su rostro, en el programa Sunday Night de la televisión australiana y en medio de una pasarela para sus familiares y amigos. Hoy es una mujer símbolo de lucha y fuerza en su país. La agresora pidió apelar su condena, a lo que Dana solo manifestó que la cárcel no es nada comparado a tener la vida que tiene hoy en día.
"Yo soy una persona fuerte, he aprendido con mi quemadura es que nunca voy a cambiar, yo conozco a la persona que soy, y confío en la mujer que soy".
Con información de El Colombiano
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