“Hay trabajadores que están renunciando a sus contratos para no tener que entrar”, asegura Elvira González, vicesecretaria del Sindicato de Auxiliares de Enfermería (SAE), según reportó el diario El País.
En ese hospital se encuentra internada Teresa Romero, cuya salud se reportó este domingo como crítica. González sostuvo que hay enfermeros y técnicos de enfermería que han renunciado y se han negado a atender a pacientes con ébola en las condiciones actuales.
“Ahora mismo, cuando está en cuestión si el traje es el correcto, si el protocolo es el correcto, un profesional sanitario podría acusar a la Administración de delito de salud pública si le obligan a trabajar en condiciones que no son las adecuadas”, explicó González al diario. “Ni en la Consejería de Sanidad están seguros de la infalibilidad del protocolo y por eso no están obligando a nadie”.
“Al lugar han llegado muchas caras nuevas”, afirmó una trabajadora del centro hospitalario también a El País.
Un total de 14 personas permanecen internadas en el Hospital Carlos III, incluida otra enfermera que está pendiente de la segunda prueba PCR sobre contagio del virus cuando se cumplan las 72 horas, dado que dio negativo en la primera y que está asintomática.
En la noche de este jueves se produjo el ingreso de 7 personas y el alta de otra permaneciendo en la planta de vigilancia activa de contactos de alto riesgo tres personas: el marido de la enfermera, un varón y una mujer, ambos facultativos.
En la mañana de este jueves fue hospitalizado un facultativo de Alcorcón, por la tarde un doctor del SUMMA y en la noche del jueves 5 mujeres y dos varones más.
Se trata de dos enfermeras, un médico, un enfermero supervisor y dos peluqueras, todos ellos asintomáticos.
Todos estuvieron en contacto con la enfermera Teresa Romero antes de que fuera aislada.
El alta corresponde a un enfermero de equipo cuya prueba PCR fue negativa dos veces con 72 horas de separación.
Con información de Diario Uno
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