Martín Omar, quién padecía de problemas de gastritis y presión alta que no se atendía, tenía como costumbre consumir de manera diaria el mezcal marca Tonayan, revuelto con refresco o jugo, al regresar del trabajo y sentarse a ver televisión.
Tras consumir la bebida, el hombre se dio un baño y se fue a dormir. Sin embargo, alrededor de las 4 de la mañana el joven comenzó a sufrir un ataque, mismo que despertó a su esposa. María Guadalupe Flores Osuna, de 23 años, llamó a los socorristas cuando su marido se puso mal.
Ella encendió la luz y vio que tenía la boca muy apretada, luego se fue tranquilizando, dio tres respiraciones muy largas y dejó de moverse.
Para cuando llegaron los paramédicos de la Cruz Roja, le indicaron que el hombre carecía de signos vitales, por lo que se solicitó la presencia de los del Grupo Nocturno para que realizaran las pesquisas del caso.
Por tratarse de una muerte sospechosa, se dio la orden del levantamiento del cadáver para que fuera llevado a la morgue y se precise la causa del deceso de un hombre tan joven.
Con información de La Voz de la Frontera
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