El vídeo, elaborado por el director Rob Whitworth y el director creativo JT Singh, fue creado para una agencia de viajes con sede en Pekín que lleva 21 años operando en Corea del Norte. A pesar de sus contactos en el país, sus creadores aseguran que conseguir los permisos para filmar fue toda una odisea. El resultado final, desde luego, ha merecido la pena.
Sobre el nivel de control del gobierno coreano en el vídeo - o si siquiera existió - sus creadores no dan más detalles. A más permisos para filmar, es lógico pensar que mayor interés de los oficiales norcoreanos en conocer el producto final. Algunas de las imágenes parecen casi coreografiadas, como si quisieran evocar cierta sensación de fascinación por el lugar. Otras, como la del oficial de seguridad en la imagen de arriba, vigilando nervioso al cámara, revelan lo que podría estar ocurriendo por detrás.
En cualquier caso, se trata de uno de los timelapse más minuciosos que hemos visto de Pionyang, la capital de Corea del Norte, y uno que, al menos, ayuda a imaginarse un poco mejor la vida diaria en esa hermética dictadura.
Con información de Gizmodo
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