La cadena de restaurantes de comida rápida, la más grande del mundo, informó el viernes que la caída incluye una baja de 3,2% en Estados Unidos y una de 7,3% en el departamento que abarca Asia, el Medio Oriente y África.
Los resultados se derivan en parte al escándalo en China, donde el mes pasado, un reporte televisado mostró imágenes de trabajadores de una empacadora usada por McDonald's, el OSI Group, reempacando carne que estaba vencida. McDonald's dejó de usar suministros de esa planta en Shanghai, con lo que muchas de sus sucursales se quedaron sin Big Macs, Chicken McNuggets y otros productos.
La empresa ha estado usando otras plantas de OSI para abastecer a las sucursales afectadas, pero es probable que continúen las pérdidas en ventas debido a que la higiene en alimentos es un tema muy sensible en China. Yum Brands, propietaria de KFC y Pizza Hut, dice que no depende tanto de OSI y rápidamente cortó lazos con la empresa, pero aun así sus ventas sufrieron.
McDonald's Corp., con más de 35.000 locales en todo el mundo, advirtió en un documento oficial hace pocos días que el escándalo pone "en riesgo" sus cálculos de ventas para el 2014. Previamente había advertido que las ventas permanecerían "relativamente sin variación".
En Estados Unidos, las ventas de McDonald's no han aumentado desde octubre, en medio de una intensa competencia en el sector y los cambios de hábitos de los consumidores. El descenso de las ventas se dio incluso a pesar de que la empresa fue patrocinadora del Mundial.
Parte del problema es que han surgido otras cadenas como Chipotle, que hacen alarde de sus menús más saludables y su oferta para que cada cliente escoja sus ingredientes.
AP
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