Bajo el acuerdo firmado el martes con la fiscalía general de Nueva York, la tienda departamental adoptará nuevas políticas en su vigilancia, evitará la caracterización racial, entrenará más a los empleados, investigará quejas de los clientes, mantendrá un mejor registro de las detenciones y reportará durante tres años su cumplimiento.
El fiscal general Eric Schneiderman dijo que el acuerdo debe asegurar que los clientes son tratados con equidad independientemente de su raza o etnia en las 42 tiendas de la cadena en el estado.
"Es absolutamente inaceptable, además de ilegal, que alguien en Nueva York sea tratado como criminal simplemente por el color de su piel", señaló Schneiderman.
La Oficina de Derechos Civiles de la fiscalía abrió un expediente a Macy's en febrero de 2013, cuando recibió varias quejas de clientes de minorías. Desde entonces la oficina registró las quejas de 18 personas de raza negra, latinos y otros clientes de minorías étnicas que dijeron haber sido detenidos en las tiendas Macy's entre 2007 y 2013 a pesar de no haber robado nada en la tienda o siquiera haberlo intentado.
Las quejas incluyeron a clientes que fueron detenidos después de viajar entre pisos con mercancía a la vista. Otros clientes hablaban poco inglés y fueron detenidos por ser sospechosos de robar o por fraude con tarjeta de crédito y no se les permitió hacer llamadas telefónicas, se les negó el acceso a un traductor y fueron obligados a firmar documentos que no entendían.
Según documentos judiciales, empleados de Macy's detuvieron a 1.947 personas en la tienda de Herald Square en Manhattan entre octubre de 2012 y octubre de 2013. Mientras, unas 6.000 personas fueron detenidas en todas las tiendas del estado.
El acuerdo judicial exige a Macy's colocar letreros en inglés y español con los derechos de los clientes en todas sus tiendas en Nueva York y en su página de internet.
AP
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