Posquelite, Gro. Justo un mes después de que fueran localizados los restos de un guerrillero del grupo de Lucio Cabañas, abatido hace 40 años por el ejército en un cerro de esta comunidad, e inhumado clandestinamente, especialistas de la UNAM, de Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal y la Secretaría de Salud capitalina, exhumaron los restos de un segundo combatiente en esta misma zona.
Ambas operaciones de búsqueda y localización fueron encabezadas por la Comisión de la Verdad, órgano creado por el Congreso local para investigar los crímenes cometidos por el Estado durante la guerra sucia de 1970 a 1980.
La segunda exploración había sido considerada infructuosa el sábado 12 porque dos campesinos que participaron en la inhumación, por órdenes del ejército, ubicaban lugares muy distintos entre sí como el sitio donde fue sepultado el combatiente.
El comisionado Nicomedes Fuentes García explicó que el tiempo transcurrido y la construcción de una carretera en la zona, habían modificado el paisaje y los campesinos ya no recordaban con claridad el sitio donde fue sepultado el segundo guerrillero.
Pero el domingo 13 empezaron a aparecer los primeros indicios, cuando uno de los habitantes de Posquelite, que colaboraron en las labores de desmonte y excavación, localizó unas monedas en un punto del cerro de las Clavellinas, a unos metros de donde se había localizado el anterior cadáver, y más tarde fueron localizadas unas piezas dentales con una prótesis, que los testigos recuerdan haber visto al combatiente cuando lo sepultaron.
El lunes 14 aparecieron finalmente el cráneo, el mentón, parte de dos fémures, de las dos tibias y los dos peronés, dos molares, dientes anteriores, fragmentos del brazo derecho, dos camisas sobrepuestas, una verde y una estampada, seis monedas, una vasija, hebilla y parte de un cinturón, dos zapatos tenis, y dos calcetines.
El médico forense de la CDHDF, Sergio Rivera Cruz, quien encabezó los trabajos, informó que los restos fueron ubicados a 95 centímetros de la superficie, y que se le practicarán estudios antropológico, de ADN, patológico, radiológico y odontológico, de rastreo hemático y otros. Refirió que el cráneo se encontró fragmentado por las condiciones de humedad del suelo.
El 8 de septiembre de 1974, por la mañana, en la comunidad de La Pascua, distante pocos kilómetros de este lugar, el entonces senador priísta Rubén Figueroa Figueroa fue liberado de manos de la guerrilla de Lucio Cabañas, que lo mantenía secuestrado. Por la tarde, frente al pueblo de Posquelite, ubicado entre Atoyac y Coyuca de Benítez, ocurrió otro enfrentamiento entre dos guerrilleros y el ejército.
Gerónimo Chavelas Sánchez, de 76 años, quien entonces era segundo comisario y es actualmente el dueño del terreno donde ocurrieron los hallazgos, narró que los lugareños vieron desde sus casas el enfrentamiento, y al día siguiente un “coronel o sargento” mandó a llamar al comisario, a él y a otras personas de la comunidad para que reconocieran a los muertos, pero nadie los identificó porque no eran del poblado. Los militares, narró, les ordenaron cavar unas fosas y sepultarlos en el lugar donde habían caído, y así lo hicieron.
El 14 de junio fue localizado el primero de los dos cadáveres, y el 14 de julio el segundo. El hallazgo de los dos cadáveres forma parte de las últimas actividades de la Comisión de la Verdad, que en octubre deberá rendir su informe final, aunque los comisionados Pilar Noriega García y Nicomedes Fuentes, han denunciado que desde abril la Secretaría de Finanzas del gobierno del estado les suspendió la entrega del presupuesto aprobado por el Congreso local.
Con información de La Jornada
Ambas operaciones de búsqueda y localización fueron encabezadas por la Comisión de la Verdad, órgano creado por el Congreso local para investigar los crímenes cometidos por el Estado durante la guerra sucia de 1970 a 1980.
La segunda exploración había sido considerada infructuosa el sábado 12 porque dos campesinos que participaron en la inhumación, por órdenes del ejército, ubicaban lugares muy distintos entre sí como el sitio donde fue sepultado el combatiente.
El comisionado Nicomedes Fuentes García explicó que el tiempo transcurrido y la construcción de una carretera en la zona, habían modificado el paisaje y los campesinos ya no recordaban con claridad el sitio donde fue sepultado el segundo guerrillero.
Pero el domingo 13 empezaron a aparecer los primeros indicios, cuando uno de los habitantes de Posquelite, que colaboraron en las labores de desmonte y excavación, localizó unas monedas en un punto del cerro de las Clavellinas, a unos metros de donde se había localizado el anterior cadáver, y más tarde fueron localizadas unas piezas dentales con una prótesis, que los testigos recuerdan haber visto al combatiente cuando lo sepultaron.
El lunes 14 aparecieron finalmente el cráneo, el mentón, parte de dos fémures, de las dos tibias y los dos peronés, dos molares, dientes anteriores, fragmentos del brazo derecho, dos camisas sobrepuestas, una verde y una estampada, seis monedas, una vasija, hebilla y parte de un cinturón, dos zapatos tenis, y dos calcetines.
El médico forense de la CDHDF, Sergio Rivera Cruz, quien encabezó los trabajos, informó que los restos fueron ubicados a 95 centímetros de la superficie, y que se le practicarán estudios antropológico, de ADN, patológico, radiológico y odontológico, de rastreo hemático y otros. Refirió que el cráneo se encontró fragmentado por las condiciones de humedad del suelo.
El 8 de septiembre de 1974, por la mañana, en la comunidad de La Pascua, distante pocos kilómetros de este lugar, el entonces senador priísta Rubén Figueroa Figueroa fue liberado de manos de la guerrilla de Lucio Cabañas, que lo mantenía secuestrado. Por la tarde, frente al pueblo de Posquelite, ubicado entre Atoyac y Coyuca de Benítez, ocurrió otro enfrentamiento entre dos guerrilleros y el ejército.
Gerónimo Chavelas Sánchez, de 76 años, quien entonces era segundo comisario y es actualmente el dueño del terreno donde ocurrieron los hallazgos, narró que los lugareños vieron desde sus casas el enfrentamiento, y al día siguiente un “coronel o sargento” mandó a llamar al comisario, a él y a otras personas de la comunidad para que reconocieran a los muertos, pero nadie los identificó porque no eran del poblado. Los militares, narró, les ordenaron cavar unas fosas y sepultarlos en el lugar donde habían caído, y así lo hicieron.
El 14 de junio fue localizado el primero de los dos cadáveres, y el 14 de julio el segundo. El hallazgo de los dos cadáveres forma parte de las últimas actividades de la Comisión de la Verdad, que en octubre deberá rendir su informe final, aunque los comisionados Pilar Noriega García y Nicomedes Fuentes, han denunciado que desde abril la Secretaría de Finanzas del gobierno del estado les suspendió la entrega del presupuesto aprobado por el Congreso local.
Con información de La Jornada
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