Hasta ahora, para tomarse una cerveza en el jardín había dos opciones: entrar a casa o procurar que la nevera portátil de toda la vida estuviera repleta de hielos. Pues bien, un danés, que de beber latas de «rubia» parecen saber tanto como los ingleses, ha inventado una novedoso ingenio que se entierra en el jardín y ofrece cerveza fresca siempre.
Además se trata de un sistema barato y ecológico, ya que no precisa de electricidad para funcionar. Y por si fuera poco, es fácil de montar: «Si eres un hombre de verdad, solo te hace falta una pala para instalarlo», dicen a modo de eslogan desde la compañía que lo fabrica. No es el único lema que apuesta por llamar la atención de este los hombres. «eCool es el mejor regalo que cualquier hombre pudiera desear».
Por poco más de 250 euros se puede conseguir este dispensador de refrescos, que no sólo de cerveza vive el hombre, ecológico y fácil de montar. Además es portátil y se puede llevar de cámping o a una casa rural cualquier fin de semana. Solo hay que buscar un pequeño espacio de tierra y hacer un hoyo de un metro de profundidad donde plantar este «árbol de la cerveza».
En el espacio que ofrece caben 24 latas, las mismas que vienen en un pack normal, y salen de forma automática a discreción. Es decir, el usuario levanta la tapa, coge un refresco o cerveza fría, e instantes después una nueva lata emerge del fondo ya lista para consumirse e igual de fresca que la anterior.
El mecanismo del eCool funciona porque aprovecha el frescor interno de la tierra. Sobresale unos pocos centímetros sobre el suelo y puede permanecer instalado todo el año, ya que tiene un sistema que aísla las latas para que no se dañen por la humedad.
La empresa y el invento se ha hecho muy popular en su país, donde han aparecido en multitud de medios impresos y donde se han vendido más de 600 unidades de lo que promete ser la sensación este verano.
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