Las fallas en la estructura de la Línea Dorada ponen en peligro a 435 mil usuarios que usan diariamente este trazo
De acuerdo con los dictámenes elaborados por la firma alemana ILF Consulting Engineer, encargados por el STC y Proyecto Metro (PMDF), entidad responsable de la Línea 12, revelan que los trenes pueden descarrilarse en cualquier momento, publicó Reforma.
Con apenas un año y medio de vida, La Línea Dorada ha tenido que recibir mantenimiento y cerrar el servicio en algunas estaciones para arreglar desperfectos. Sin embargo, el resultado de estudios arrojan fallas técnicas y estructurales que ponen en riesgo a 435 mil usuarios.
Según ILF, el problema se presenta en 12 de las 20 estaciones del trazo, que corre de Tláhuac a Mixcoac, con una longitud de 24.5 kilómetros. Las fallas se presentan en más de la mitad de la Línea 12.
En el trayecto entre Tláhuac y Atlalilco, de 14 kilómetros, se registra desgaste ondulatorio en rieles, lo cual provoca desniveles y alineaciones fuera de los parámetros normales.
El tramo de mayor peligro es el elevado y el punto crítico es en la zona de curvas, de las estaciones Zapotitlán a Nopalera, de Olivos a Tezonco, y de Lomas Estrella a San Andrés Tomatlán, entre otros.
Pero el desgaste en los rieles también ha provocado daños a las ruedas férreas de los trenes. Este problema ha dejado fuera de servicio a seis de los 30 convoyes que corren por la Línea Dorada.
El ondulamiento en los rieles provoca que las ruedas, al circular, en lugar de deslizarse, golpeen sobre éstos, lo que produce una fuerte vibración y ocasiona también la caída de tensores de catenaria (cable aéreo de alimentación eléctrica).
Estos problemas han ocasionado fisuras en los durmientes, así como aflojamiento y fractura de los dispositivos que fijan las vías. En un año se ha cambiado 4 mil 800 durmientes y 11 mil grapas que sirven para sujetar el riel al durmiente.
Para evitar cualquier peligro, las autoridades del Metro ordenaron bajar la velocidad del viaje. De 80 kilómetros, en lo que estaba diseñada, pasó a 35 kilómetros por hora, y en los tramos críticos la reducción es todavía mayor.
El tiempo del recorrido es de 60 minutos de terminal a terminal, 50 por ciento más del tiempo planeado cuando se empezó la construcción a cargo del consorcio ICA-Alstrom-Carso, cuyo costo fue de 26 mil millones de pesos.
Se ha anunciado un cierre parcial desde Tláhuac hasta Atlalilco, con servicio de RTP gratuito, a partir de esta noche.
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