“Era Miguel. Tenía una cosa en la mano, negra, como una pistola. Era negra, hacía ¡pum, pum, pum...! Luego, limpiaron. Era sangre. Lo sé; era mi casa”, así describió un niño de 7 años cómo fue ultimada su progenitora María del Rosario López Espalliat, el 22 de abril del 2012.
Lo que el niño describió fue apenas una fracción de un crimen macabro captado por cámaras de seguridad de la casa.
Un crimen atroz del que Argueta Rojas, el yerno de López Espalliat, fue principal autor según el Tribunal A de Femicidio.
Crimen, paso a paso
Medio centenar de fotogramas del 22 de abril del 2012, en la 6a. calle 9-30, zona 1, donde la víctima residía con el menor, su hija Ángela de Jesús Paz López y el conviviente de esta.
La grabación empieza a documentar su muerte a las 10.29 horas de ese día.
Aproximadamente una hora después, a las 11.20, Argueta Rojas abre la puerta. La cámara capta a la víctima que sube las gradas, ingresa en la habitación del lado derecho al final del pasillo.
El cadáver de López Espalliat, que fue llevado al día siguiente a la morgue sin que haber sido identificado, tenía un disparo en el cráneo, causado con un revólver Rosy 38 especial.
A las 11.37, la hija de la víctima abandona la casa.
A las 12.15, el victimario ingresa de nuevo en la casa, con un recipiente negro con gasolina, la cual pasa a un recipiente más pequeño, mientras con la mano izquierda sostiene un cigarrillo.
A las 12.40, según los cálculos consignados ayer en la sentencia del tribunal presidido por la jueza Dina Ochoa, el sindicado le prendió fuego al cuerpo de su suegra.
Durante el proceso fueron varios los testigos que dieron fe de la mala relación entre yerno y suegra. Al parecer esta se oponía a la relación de la pareja.
Se cree que uno de los móviles del crimen pudo haber sido la disputa por el cuidado del niño.
Algunos testigos dijeron que la víctima había sido amenazada por el yerno.
Según las conclusiones de los fiscales del Ministerio Público, López Espalliat fue carbonizada en el balcón trasero de la casa.
Desaparecen cuerpo
En uno de los videos se observa que Argueta Rojas arrastra el cadáver de su suegra hacia el baño, en el segundo piso del inmueble, envuelto en un nailon negro.
A las 23.14, el asesino rocía ambiental para disipar el olor a humo. Después, la pareja voltea la cámara y se presume que es en ese momento cuando moviliza el cuerpo.
Un día después, el cadáver de López Espalliat fue encontrado en la 9a. avenida y 4a. calle, zona 1, a escasas dos cuadras de donde ocurrió el crimen.
Para el tribunal, Argueta Rojas actuó con premeditación, alevosía y ventaja.
En julio del 2013, el Tribunal Octavo de Sentencia Penal impuso 29 años de cárcel a Paz López, por haberla encontrado culpable de la muerte de su propia madre.
Ayer, el tribunal eximió del pago de costas procesales, es decir, los gastos en que debe incurrir cada una de las partes involucradas en el juicio, porque las juzgadoras consideraron que Argueta Rojas carece de medios para pagarlas.
Impávido, sin que su rostro denotara el más mínimo arrepentimiento, el victimario escuchó ayer la sentencia impuesta.
Historia criminal
Miguel Argueta Rojas fue capturado el 26 de abril del 2012.
El tribunal lo encontró culpable de haber disparado contra su suegra y carbonizado el cuerpo, cuatro días antes de que fuera detenido.
Tenía 21 años cuando cometió el crimen, en complicidad con su conviviente e hija de la víctima, 18, y debe purgar 29 años de prisión.
Con información de Prensa Libre
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